Ingredientes:
Harina: 2 tazas
Agua: 1 taza
Sal: 1 cucharadita
Aceite: 2 cucharadas (opcional, para un toque extra de suavidad)
Método de preparación:
Preparar el agua:
Coloca una cacerola con agua a fuego medio-alto y añade la sal. Lleva el agua a ebullición.
Mezclar los ingredientes secos:
En un bol, vierte las dos tazas de harina. Si lo deseas, puedes agregar aceite en este paso para una textura más suave.
Añadir el agua:
Cuando el agua esté hirviendo, vierte lentamente el agua caliente sobre la harina. Ten cuidado al manipular el agua caliente. Usa una cuchara de madera para mezclar rápidamente hasta obtener una masa pegajosa.
Amasar la mezcla:
Una vez que la mezcla haya enfriado lo suficiente como para manipularla con las manos, comienza a amasar la masa hasta que esté completamente suave y bien integrada. Si es necesario, añade un poco más de harina.
Formar los trozos:
Con la masa lista, forma pequeñas bolitas o la forma que prefieras, dependiendo del platillo que estés creando. Puede ser panecillos, croquetas o incluso dumplings.
Cocinar:
Cocina los trozos formados en agua hirviendo o, si prefieres, en aceite caliente para una textura más crujiente.
Servir:
Una vez cocidos, saca los trozos con una espumadera. Colócalos en un plato con toallas de papel para absorber el exceso de grasa, si es el caso.
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