Tarta de queso sin hornear de melocotón y nata

Tarta de queso sin hornear de melocotón y nata

Introducción: La tarta de queso sin hornear de melocotón y nata es un postre delicioso, fresco y fácil de preparar. Ideal para ocasiones especiales o para disfrutar en cualquier momento, esta tarta combina la suavidad y cremosidad del queso con el dulzor natural del melocotón y la ligereza de la nata montada. Al no necesitar horno, es perfecta para los días calurosos o cuando buscas un postre rápido y sin complicaciones.

Ingredientes:

• Para la base:
  • 200 g de galletas digestive o galletas tipo María
  • 100 g de mantequilla derretida
• Para la crema de queso:
  • 400 g de queso crema (a temperatura ambiente)
  • 200 ml de nata para montar (35% de grasa)
  • 100 g de azúcar glas
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • 10 g de gelatina en polvo (o 6 hojas de gelatina)
  • 100 ml de leche
• Para la cobertura:
  • 2 melocotones (puedes usar frescos o de lata en almíbar)
  • 2 cucharadas de azúcar (si usas melocotones frescos)
  • Jugo de medio limón

Modo de preparación:

1. Preparar la base:
   • Tritura las galletas en un procesador de alimentos hasta obtener un polvo fino. Si no tienes procesador, puedes meterlas en una bolsa de plástico y aplastarlas con un rodillo.
   • En un bol, mezcla las galletas trituradas con la mantequilla derretida hasta obtener una pasta homogénea.
   • Forra un molde desmontable con papel de hornear y presiona la mezcla de galletas en el fondo, formando una capa compacta.
   • Reserva en la nevera para que se endurezca mientras preparas la crema de queso.
2. Preparar la crema de queso:
   • Hidrata la gelatina en polvo en 100 ml de leche caliente. Deja reposar durante unos 5 minutos para que se disuelva por completo.
   • En un bol grande, bate el queso crema con el azúcar glas y la esencia de vainilla hasta obtener una mezcla suave y cremosa.
   • Monta la nata con una batidora hasta que esté bien firme y añádela a la mezcla de queso, integrando suavemente con una espátula.
   • Incorpora la gelatina disuelta en leche a la mezcla de queso y nata, asegurándote de que se mezcle bien.
3. Montar la tarta:
   • Vierte la mezcla de crema de queso sobre la base de galletas ya enfriada.
   • Alisa la superficie con una espátula y lleva de nuevo el molde a la nevera para que la tarta se asiente, al menos 4 horas o preferentemente toda la noche.
4. Preparar la cobertura:
   • Si usas melocotones frescos, pela y corta en láminas finas. Si usas melocotones de lata, escúrrelos bien.
   • Coloca los melocotones sobre la superficie de la tarta, formando una capa decorativa.
   • Si lo deseas, puedes espolvorear las rodajas con un poco de azúcar para darles un toque más dulce y añadir un chorrito de jugo de limón para realzar su sabor.
5. Enfriar y servir:
   • Deja que la tarta repose en la nevera por lo menos 2 horas después de poner la cobertura para que todos los sabores se fusionen.
   • Sirve fría y disfruta de su sabor suave y afrutado.