Introducción:
Nada evoca tanto los recuerdos de infancia como las recetas heredadas de nuestras abuelas. Este postre, sencillo y delicioso, es un homenaje a esas manos sabias que llenaban nuestros días de dulzura y amor. Una mezcla de ingredientes básicos que, con el toque mágico de la abuela, se convierte en un verdadero manjar. Sigue esta receta y lleva la tradición a tu mesa.
Ingredientes:
500 ml de leche entera.
3 yemas de huevo.
100 g de azúcar.
30 g de maicena.
1 cucharadita de esencia de vainilla.
Galletas (cantidad suficiente para cubrir el molde, tipo María o similar).
Canela en polvo (para decorar).
Modo de preparación:
Preparar la crema:
En un bol, mezcla las yemas con el azúcar y bate hasta obtener una mezcla homogénea.
Diluye la maicena en un poco de leche fría y agrégala a la mezcla.
Cocinar la crema:
Calienta el resto de la leche en una olla a fuego medio. Cuando esté tibia, añade la mezcla de yemas mientras remueves constantemente para evitar que se formen grumos.
Cocina hasta que espese, sin dejar de mover. Retira del fuego y añade la esencia de vainilla.
Montar el postre:
En un molde o recipiente, coloca una capa de galletas en la base. Vierte una capa de la crema encima. Repite el proceso hasta terminar con una capa de crema.
Refrigerar y decorar:
Deja enfriar a temperatura ambiente y luego refrigera durante al menos 2 horas. Antes de servir, espolvorea canela en polvo por encima.
Consejos para servir y almacenar:
Sirve este postre bien frío. Puedes decorarlo con frutas frescas como fresas o rodajas de plátano para un toque de color.
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